Los hoteles accesibles comienzan a ser una realidad. Ninguno de nosotros está a salvo de sufrir alguna incidencia, temporal o permanente, que pueda complicarnos el acceso o la estancia en este tipo de establecimientos. Conscientes de esta situación, tanto grupos hoteleros como propietarios están haciendo esfuerzos para adaptar sus negocios a cualquier persona.
Al hablar de accesibilidad, lo primero que se nos viene a la cabeza son los espacios físicos. Sin embargo, es evidente que el acceso a un hotel comienza mucho antes, desde el momento en el que visitamos su página web para realizar una reserva.
¿Están estos lugares relamente adaptados? Pensemos en invidentes, o quienes tengan dificultades de visión. Webs que cuenten con posibilidad de alto contraste o navegación guiada por voz pueden ser alguna de las alternativas para ofrecer una mejor accesibilidad a ese tipo de espacios.
Aspectos a tener en cuenta para hacer un hotel más accesible
Para conseguir que nuestro hotel sea más accesible, y para comenzar, deberíamos ponernos en la situación de una persona con dificultades de desplazamiento, por ejemplo, que vaya en una silla de ruedas. O bien, en la de un invidente que encuentra demasiados obstáculos en su camino.
Todo aquello relacionado con el turismo es competencia, casi exclusiva, de las CCAA. Por ello, existen diferentes normativas en materia de alojamientos y hoteles accesibles. Aunque, obviamente, todas han de cumplir con la Ley 6/2022, de 31 de marzo, que, entre otros muchos puntos, legisla sobre las barreras arquitectónicas (físicas), y las cognitivas.
Movilidad y barreras físicas
Así, la entrada principal debe tener algún mecanismo para salvar la diferencia de altura, si es existente, ya sea mediante una plataforma elevadora o una rampa.
Del mismo modo, tanto la recepción como las zonas comunes deben ser diáfanas, eliminando cualquier tipo de elemento que interfiera o haga más complicado el desplazamiento. La misma máxima ha de tomarse con los pasillos, debiendo contar con el ancho suficiente para permitir el giro de una silla de ruedas.
Por otra parte, en el comedor siempre debe regir esta característica de la que acabamos de hablar, es decir, que exista espacio para el libre desplazamiento. Un macetero puede ser decorativo, pero quizá sea un gran obstáculo para algunas personas. Reubicarlo siempre es posible.
Las puertas correderas o automáticas, por su parte, son siempre bienvenidas en estos establecimientos, más aún en los hoteles accesibles. A la hora de entrar a una habitación, hay elementos que deben ser tenidos en cuenta, siendo el más evidente la anchura de la puerta, nunca menor a 80 cm.
Otro ejemplo, la altura de la cama, que ha de estar entre 45 cm y 50 cm, teniendo espacio suficiente al lado para que quepa la silla de ruedas y realizar fácilmente la transferencia.
El baño de la habitación es quizás una de las áreas más problemáticas. En primer lugar, el suelo debe ser antideslizante, tanto en seco como en mojado. El inodoro ha de colocarse a la misma altura que la cama (entre 45 cm y 50 cm), y el lavabo debería estar colocado a 85 cm de altura. Por descontado, siempre debe existir espacio suficiente para que una persona en silla de ruedas pueda valerse por sí misma y moverse por toda la habitación.
Por último, a aquellos hoteles que poseen piscina les aportaría mucho valor si disponen de un elemento para acceder al agua. Contar con una silla automatizada que permita la inmersión, por ejemplo, o disponer de una rampa con pasamanos.
Accesibilidad de la web de un hotel
Como propietarios de un establecimiento hotelero, lo que deseamos es que nuestros clientes se encuentren a gusto. Para conseguir verdaderos hoteles accesibles, la página web es el primer paso. Hay muchas medidas que pueden llevarse a cabo para facilitar la accesibilidad dentro de una web. Y existe siempre bastante margen de mejora en ese sentido.
Para empezar, y si ya tenemos la web creada, es saber cómo es de accesible. Para ello, existen herramientas gratuitas que posibilitan saber cuál es nuestro punto de partida y cuáles son los aspectos en los que podemos mejorar para facilitar el acceso.
Además, podemos realizar las siguientes tareas para que nuestra web sea accesible para todos y no se deje a nadie en la estacada:
- Ofrecer la posibilidad de cambiar el contraste, facilitando el acceso a personas con dificultades visuales.
- Que todas las imágenes estén etiquetadas correctamente con un texto alternativo.
- La web debe ser navegable desde teclado, pudiendo ir de un menú a otro con las teclas de dirección, o incluso, con la voz.
- El diseño será responsive, es decir, ofrecerá la misma experiencia de navegación desde un dispositivo móvil. Conviene tener en cuenta que más del 75 % del tráfico web se realiza desde un teléfono móvil o una tablet.
- Si la web cuenta con vídeos, éstos deberán estar subtitulados.
Si los hoteles accesibles comienzan a ser una realidad, las páginas web no deben ser menos. Surge así la posibilidad de que todos podamos realizar reservas fácilmente. Una apuesta por la integración y que abre, no lo dudes, muchas posibilidades de negocio.
¿Necesitas saber si tu negocio turístico es accesible? Contacta con Eduardo Serrano, Estaré encantado de atenderte.
