Para saber cómo diferenciarse de la competencia, sea en el mundo del turismo y en prácticamente cualquier otro sector, es preciso tener claro un par de factores antes de llevar a cabo ninguna acción o estrategia. La primera es conocer muy bien al tipo de cliente que tenemos, pero también al que queremos tener. Y en segundo lugar, no podemos perder de vista a nuestra competencia, a la que también debemos intentar conocer lo mejor que sea posible. Teniendo siempre en mente estos dos aspectos esenciales, ahora solo queda ponerse manos a la obra. Para comenzar, te traemos estas ideas y recomendaciones, que esperamos te resulten interesantes y te ayuden a encontrar el camino de la diferenciación.
1. Ponte siempre en el lugar del cliente
Es prácticamente imposible encontrar el modo de diferenciarse de la competencia si no dejamos a un lado nuestro propia subjetividad para ponernos en el punto de vista del cliente. Si yo fuera mi cliente, ¿por qué elegiría mi hotel, mi restaurante, mi agencia de viajes? ¿Qué tiene mi negocio de especial que no tienen los otros? ¿Qué es lo que me falta para ser la primera opción frente al resto? Con preguntas como éstas será mucho más fácil comprender dónde está la clave para destacar frente a la competencia. Para conocer aún más y mejor a tu cliente, puede resultarte muy útil definir a tu buyer persona, un concepto de marketing que te ayudará a ver más claramente las necesidades de tus clientes y de paso, si las estás cubriendo o no.
2. Estudia a tu competencia a conciencia
Para descubrir cómo diferenciarse de la competencia, como te decíamos arriba, es fundamental saber por dónde se mueve tu negocio turístico. Primero, identifica a tus competidores más directos. Después, juega a las diferencias y busca aquello que ellos tienen y tú no y viceversa. No olvides consultar lo que dicen de ellos; existen varias herramientas en el mercado que analizan tu reputación online pero también te dan buena cuenta de tu competencia. Puedes incluso frecuentar sus negocios para ver más de cerca sus virtudes y sus debilidades. De este modo, te pondrás de veras en la piel del cliente, serás tú el cliente. Lo que te servirá enormemente para sendos objetivos: conocer al cliente y a la competencia.
3. No bases tu estrategia de diferenciación en el precio
Una de las estrategias más tentadoras, por su facilidad y su rapidez, suele ser la de modificar (normalmente a la baja) los precios. Por supuesto que una de las maneras de diferenciarse de la competencia es reducir nuestro beneficio ajustando al máximo el margen que nos dejan nuestros productos y servicios. El problema es que esta técnica tiene varios inconvenientes. Uno de ellos es fundamental y consiste en que bajar es muy sencillo, pero subir después resulta harto complicado. Si a eso le añadimos que un cliente que acude a nuestro negocio por el precio es de los menos leales y que será fácilmente tentado por las ofertas de la competencia, entonces debemos valorar si realmente esta estrategia nos va a reportar alguna alegría a medio y largo plazo.
4. Cuida tu reputación digital como si fuera un tesoro
Para saber cómo diferenciarse de la competencia es clave leer, escuchar y analizar todo lo que se dice de nosotros. La cantidad de datos que podemos obtener sobre nuestro negocio turístico y sobre nuestros competidores en webs de opinión y redes sociales es inconmensurable y muy valiosa. Por ello, es fundamental revisar con detalle toda nuestra presencia online y convertir todo lo que se dice de nosotros en información útil y relevante para la gestión de nuestra empresa. Como te decíamos, existe software especializado en analizar la reputación online; prueba a utilizar estos programas, si el tiempo es una de tus variables más escasas. Por otro lado, responder a las reseñas, así como la manera en la que lo hacemos, con empatía, educación y cordialidad, puede ser también un punto importante para diferenciarnos de la competencia. No descuides tu imagen y presencia online.
5. Convierte la excelencia en tu seña de identidad
Lo ideal para conseguirlo es contar con un manual de buenas prácticas, al estilo de las certificaciones tipo Q de calidad turística o la de Calidad en destino del SICTED. Aunque los procesos de adhesión pueden resultar algo trabajosos sobre todo al inicio, los resultados suelen ser muy favorables. La calidad de nuestros productos, la excelencia en nuestros servicios y en la atención al cliente que prestamos son, sin duda, una de las maneras más eficaces de destacar frente a nuestros competidores. Pero sobre todo, estaremos dándole a nuestra empresa turística mucho más valor, que será fácil y rápidamente percibido por nuestros clientes.
En conclusión, para diferenciarse de la competencia debemos tener claro que necesitamos, antes de nada, conocer a competidores y a clientes. Para después, descubrir y analizar los puntos fuertes de nuestro negocio turístico y ponerlos en valor. Ten en cuenta que las estrategias basadas en la mejora de la calidad siempre serán más convenientes que las basadas en las bajadas de precio. Si quieres saber cómo destacar frente a tus competidores, contacta con nosotros; confía en Eduardo Serrano, siempre encantado de atenderte.