No va a ser ni la primera ni la última vez que oigas hablar del turismo sostenible, lo sabemos. De hecho es un tema que de tanto hablarlo está perdiendo parte de la importancia que tiene. Esa relevancia que le ha hecho estar presente continuamente en nuestro día a día quizá está siendo contraproducente. Pues estamos normalizando el hecho de que el planeta está en riesgo y de que las consecuencias, nefastas, son inevitables. Como aquel que se resigna, que asume una circunstancia ingrata e indeseada sin poner remedio… Aunque lo tenga. ¿Desidia e inacción? Probablemente ambas.
Qué es el turismo sostenible
Según el GSTC, el turismo sostenible engloba todas aquellas prácticas sostenibles que se llevan a cabo por y para la industria del turismo. Igualmente, indica que el turismo sostenible visa a descubrir y cuantificar los impactos de esta actividad, tanto negativos como positivos, minimizando los primeros y maximizando los segundos.
Por otra parte, la OMT lo define como aquel tipo de “turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas.”
Para nosotros, empresarios del sector, turistas y amantes de esta actividad, el turismo sostenible debería ser una filosofía de vida, una forma de ver las cosas, una constante en nuestro día a día. En resumen, un derecho y a la vez un deber de ofrecer y disfrutar de una actividad totalmente responsable con el planeta, con los recursos, con las personas y sus tradiciones, culturas y modos de vida. Un turismo que, en lugar de acabar con los recursos (de cualquier tipo) de un destino, los cuidara y los fomentara… Si de verdad queremos que esta actividad sea de calidad y duradera en el tiempo.
Cuáles son sus beneficios
Es indudable que los beneficios del turismo sostenible, para todos los actores que participan en él o de él en general son numerosos.
- Protección del medio ambiente y de la vida que hay en él. Está claro que este tipo de empresa turística y de viajero asumirán y practicarán ese respeto tan necesario por el medio ambiente, los seres que lo habitan y en fin, por el planeta.
- Salvaguarda de la cultura y la tradición de los pueblos. Muchas tradiciones ancestrales siguen vigentes hoy en día en buena parte por el interés turístico que suscitan. Un turismo sostenible hace que se destinen recursos para cuidar dichas tradiciones y asegurar su continuidad en el tiempo.
- Ayuda a la globalización ideológica. Aunque parezca un concepto opuesto a lo anterior, pero en realidad está muy relacionado. El turismo sostenible ayuda al viajero y a los locales a abrir su mente, a ver las cosas de una manera más empática y más tolerante. Un turista que viaja con respeto, así como un empresario turístico que fomenta unos determinados valores sostenibles acaban por contagiar esa filosofía a buena parte de las personas y entidades con las que se relacionan.
- Fomento de la economía en destino. Un aspecto esencial, sin duda, el de que el turismo fomenta la economía local del destino. Pero más aún si es sostenible, porque apostará por los productos de temporada y de cercanía, por crear empleo con mano de obra local, porque potenciará las virtudes de dicho destino minimizando el impacto negativo pero optimizando los positivos.
- Disfrutar de un turismo de mayor calidad. De todos y para todos. El turismo sostenible si de veras se practica por todos los actores involucrados, podrá garantizarnos un futuro de calidad en el que los distintos destinos conservarán su encanto, sus recursos, su vida, y seguirán ofreciéndonos todo aquello que los hace tan atractivos.
Por qué es tan importante practicarlo y fomentarlo
Es fundamental apostar por el turismo sostenible. O por ese concepto de turismo regenerativo del que tanto se habla ahora y del que nosotros también te hemos hablado antes. La industria del turismo, tan importante en nuestra economía como en nuestra forma de vida y costumbres, requiere de un cuidado constante de sus recursos que, en definitiva, son los que nos da el planeta. Sin esas maravillas que tanto nos gusta apreciar en cada uno de nuestros viajes, el turismo ya nunca será lo que era, lo que aún es. Por eso, la Agenda 2030, se ha propuesto unos objetivos bien claros en los que el turismo sostenible debería “acabar con la pobreza extrema, combatir la desigualdad y la injusticia y solucionar el cambio climático”. Hagamos lo posible para que así sea.
¿Necesitas saber si tu negocio turístico es sostenible? Contacta con Eduardo Serrano, Estaré encantado de atenderte.